Su paladar podrá degustar las más variadas especialidades regionales. Tendrá mucho para contar en su diario de viaje y en futuras reuniones sociales y cócteles.
De norte a sur y de este a oeste, Europa presenta una enorme riqueza de alegres tradiciones gastronómicas. Se podrán contar miles de anécdotas de un viaje a Europa, sea el primero o el vigésimo, pero ir a comer es sin duda una de las experiencias que dejan las impresiones más perdurables.
Desde el ritmo y la hora de la cena hasta las especialidades regionales y el ambiente de los lugares para comer más sencillos, todo se combina para hacer de éste uno de los elementos más importantes de su viaje a Europa.
Para ir a los lugares de mejor precio–y encontrar una buena forma de conocer tanto a nativos como a visitantes-busque los restaurantes típicos, tales como trattoria, tasca, bar de tapas, taverna, pub, bistró o Kaffeehaus. Aproveche los menús para turistas o menús prix fixe escritos en varios idiomas, que presentan especialidades locales a un precio fijo.
Visite y haga sus compras en mercados al aire libre: tendrá la oportunidad de hacer un picnic de quesos, panes y frutas locales, un almuerzo improvisado y económico. Algunos cultivos deliciosos de la temporada incluyen la mora “cloudberry” de Finlandia y Suecia, el espárrago blanco de Alemania u Holanda, las trufas de Francia, los tomates de Italia o el salmón fresco de Irlanda. Disfrute de una variedad de platos nacionales: en Latvia, pruebe blynai; deguste el delicioso guiso de conejo de Malta; deléitese con vepřo-knedlo-zelo, la comida nacional de
Pruebe las bebidas líderes de cada región, ya sea vino, cerveza, sidra, vodka o un brandy local. Verifique en las oficinas de turismo cuál es la lista de cosechas de vino en los países que está visitando, ya sea para que pueda participar de la vendimia por un día o simplemente llegar a tiempo para la degustación de vinos.
Cuando viaja a países con una clara tradición marítima, como Noruega, Islandia, Finlandia, Dinamarca, Chipre o Grecia, donde los frutos de mar constituyen una parte importante de la dieta, pruebe el pescado fresco, que es llevado directamente al restaurante y preparado en una variedad de recetas deliciosas. Los países con largas costas, tales como Croacia o Portugal, también ofrecen especialidades en frutos de mar, como bacalao, pulpo y sardinas frescas en verano.
Del mismo modo, la cocina centro-europea suele ofrecer platos a base de carnes, como fuertes guisos con masa guisada o fideos, tales como el goulash de Hungría o el Wienerschnitzel (un corte de carne rebozada en pan) de Austria. Los países escandinavos también pueden incluir ciervo en sus menús.
Cada país tiene su postre típico que ostentar, desde el gelato en Italia y el trifle inglés (una combinación de bizcocho, natilla, gelatina y frutas), hasta la potica de Eslovenia (una masa rellena con nueces) y los intricados postres vieneses coronados con merengue y exquisito chocolate.
Los vegetarianos en general encontrarán platos sin carne y sin lácteos en la mayoría de los países. Y, por supuesto, para amantes de la carne, las hamburguesas y los sándwiches (aunque puedan llamarse panini o croque monsieur) siempre están a la mano.
En otras secciones del sitio, incluso en las páginas dedicadas a cada país, encontrará información adicional sobre las delicias de la cuisine local de los distintos países de Europa.
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ResponderEliminarBuenísima toda la información! me fue muy útil! muchisimas gracias!
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